En el plano literario, confiesa que cuando comienza a
escribir ella genera un lugar, una época y los personajes y la historia se van
dando por sí solos, es decir, no tiene un plan inicial con todas las acciones.
Varios de sus libros han nacido de cartas o reflexiones personales. Ejemplos de
esto son La casa de los espíritus y Paula, que escribió como un homenaje a su
hija. Aunque muchos estudiosos catalogan la obra en el género autobiográfico,
ella misma indica que es más como una «memoria», porque no es una biografía
propiamente dicha sino una colección de recuerdos más cercana a la ficción que
a la realidad, aunque esta última la inspiró.
El humor es parte integral de sus escritos, ya sean
periodísticos u obras literarias. Confiesa que se acostumbró a escribir de esta
manera cuando era periodista y ahora, gracias a eso, puede ver la historia
«detrás» de cada asunto, una visión alternativa.
La ciudad de las bestias es su intento de llegar al público
lector joven. Decidió escribirlo después de dos libros con bastante
investigación histórica; este nuevo libro le daría un descanso y en él podría
plasmar su imaginación de una manera más libre, ya que la ficción histórica
siempre requiere mucho cuidado para atenerse a los hechos sucedidos.
Cuando era periodista los demás eran su cuento; ella se
sentía con derecho a tocar el timbre de una casa, meterse dentro y hacer
preguntas o detener a un desconocido a media calle e interrogarlo acerca de
cosas personales (pensamientos).
Además de obras de carácter autobiográfico, ha escrito
novelas históricas, como Inés del alma mía —basada en la vida de Inés de
Suárez, la primera española en llegar a Chile— o La isla bajo el mar, que narra
la vida de una esclava llamada Zarité en Saint Domingue, hoy Haití de finales
del siglo XVIII.
Su obra ha sido clasificada en el movimiento literario
conocido como posboom, aunque algunos estudiosos prefieren el término novísima
literatura. Este movimiento se caracteriza por la vuelta al realismo, una prosa
más sencilla de leer pues se pierde la preocupación por crear nuevas formas de
escribir (meta-literatura), el énfasis en la historia, la cultura local, entre
otros.
En 2012 decidió incursionar en el terreno de la novela
policial —género que desde 2006 cultiva su exmarido, William C. Gordon—17 y escribió
El juego de Ripper, que entregó en diciembre de ese año a su agente Carmen
Balcells;18 salió publicado a principios de 2014. Según cuenta Allende, fue
Balcells quien le propuso escribir una policiaca con Gordon, pero no resultó:
«Fue imposible. Tenemos diferentes maneras de trabajar, pero yo me quedé con la
historia», ha explicado la autora, quien aseguró que su marido le «ayudó con la
estructura del libro».19
sacado de wikipedia, muy bien
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